SER MAESTRO…

Para ser un buen maestro solo necesitas estudiar.

Para ser un excelente maestro solo necesitas amar tu profesión.

La profesión docente como cualquier profesión, alberga a miles de personalidades que confluyen en esta labor, motivados por diferentes necesidades, pero al igual que cualquier profesión, se requiere de la entrega absoluta, la pasión del esfuerzo y la satisfacción de la labor cumplida.

Ser maestro no es un oficio, ser maestro es vivir a través de los estudiantes y aprender que la verdad absoluta no está dicha. Es aprender a escuchar miles de voces que en unísono claman por un lugar en el mundo.

Para ser maestro solo se requiere llevar en la mochila los sueños de la niñez, la alegría de la adolescencia y la experiencia de la adultez, no basta con el saber, se necesita además, la plena convicción de que ser docente no es un cargo más, es el mejor papel que se puede desempeñar después de el de ser padres y madres.

Ser maestro hoy día significa ser la persona encargada de humanizar una educación que se encuentra absorta ante un mundo banalizado y tecnificado donde el tener prevalece ante el ser.

Ser maestro no es otra cosa que la continuación de tu vida en la vida de muchos otros…