MONÓLOGO DEL DISCURRIR
Sumida en una gran tristeza
A mi conciencia pregunté:
¿Qué estoy haciendo con mi vida?
Que es un caos yo lo sé.
Al instante una voz me dice:
Busca a Dios en tu interior
Porque en la vida y en la muerte
Solo él te dará la salvación.
Muchas palabras vienen y van
Se acercan como el viento
Raudo y fugaz,
Palabras que van danzando
Formando un hermoso cuento.
La conciencia me responde:
¿Dónde ha quedado tu humanidad?
¿Acaso se ha perdido
En un mundo de banalidad?
Me apresuro a contestar:
¿Qué hay de malo en amar?
Y si acaso es un pecado
Ya me he de condenar.
No me juzgues por mi actuar
Que de consciente nada tiene,
Solo dame el poder
De hacer lo que me conviene.
(marzo 31/12)
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